Este es uno de esos libros que no dejan huella, es de los que se gana un hueco especial. Nos cuenta un historia dura y apasionada con un lenguaje que atrapa a tal punto que te hace vivir la dureza de la historia desde dentro. Ver como el ajedrez te puede salvar la vida y la cabeza darte la libertad que a tu cuerpo le falta y, a través de las palabras, llegar a sentir esa sensación es algo que pocos libros, por no decir ninguno, consiguen. |