Corto, conciso y muy preciso. Este cuento forma parte desde ya de mis favoritos de Zweig. Con su habitual don de describirnos los sentimientos desde una perspectiva tan personal, nuevamente nos desnuda el corazón y el pensamiento del hombre. No importa la historia, sea sencilla o sea compleja siempre logra que se te cale en lo más profundo para hacerte sentir línea a línea junto con sus protagonistas.
|