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Al principio la historia no conseguía convencerme, tiene algunos clichés que me han sacado bastante de quicio como el hecho de que Eliza sea una marginada en su instituto, no tenga amigos, siempre vive encerrada en su propio mundo de Monstruous Sea y ¡de pronto! aparece otro chico que también es raro, por casualidades de la vida acaban hablando y ¡tachán! se hacen super amigos, con cosas en común y el amor surge entre ellos... ugh, why. Pero bueno, ignorando esos hechos y el inicio de todo, me ha parecido una historia muy cuqui, con un romance súmamente adorable y unos personajes que se han anidado en una parte de mí. Eliza a veces me confundía, Monstruous Sea es su vida, todo de su persona gira a su alrededor, no sabe nada de su familia, no tiene amigos que conozca en persona y los que tiene online tampoco llega a preocuparse lo sufiente por ellos, únicamente todo es su cómic y la incomprensión que llega por parte del resto porque tampoco llega a compartir realemente del todo su pasión, solo a retazos con su familia. Wallace es extraño a su manera, también he visto en él algunos aspectos que me han sacado de quicio, pero... una vez lo he terminado, solo puedo ver en ellos humanidad, son reales, están ahí con sus defectos y sus virtudes. A veces somos más egoístas, nos enfadamos porque no nos comprenden aunque somos nosotros mismos los que no contamos nada, hacemos decisiones estúpidas o no valoramos lo que realmente tenemos. Esta novela es humana, puedes no aprobar todas las decisiones tomadas por los protagonistas, pero es porque no son perfectos. Me encanta cómo trata el tema del arte, lo cuida, lo mima, lo hace explotar. Cómo el arte tiene sus partes buenas y positivas, y cómo a su vez puede explotar cuando el agobio inunda, cómo sientes que el arte se escapa de tu control o la inspiración se enreda en el hueco más alejado de tu habitación, cómo te nutre hasta la última de tus células pero a la vez puede exprimirte como un limón... enlazado con ello, la manera en que habla de la ansiedad también me ha parecido una pasada, no lo menciona realmente hasta mucho después, pero ahí están sus momentos, en los que Eliza no puede más, en los que surge sin más, en los que rebasa los límites. En conclusión, es una historia que te mece entre sus páginas, te dibujará sonrisas tontas en la cara de los dulces momentos que puedes encontrar entre sus páginas, te estrujará el corazón por las pizcas de drama que pintarrajean sus párrafos y te hará valorar lo que realmente tienes, de verlo realmente, de saber que está ahí. |
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