Formas de volver a casa

Voy dosificando mis lecturas zambrianas para hacerlas durar. En su tercera novela, dos historias paralelas (una contiene a la otra), donde dos narradores (uno contiene al otro tb) intentan reconstruir su pasado reviviendo recuerdos de su niñez a través de la escritura. Uno de los protagonistas escribe sobre el otro: se mezclan metaliteratura (cuando el protagonista relata su proceso de escritura del libro), ficción y memoria. Escuchamos intercalándose las voces del escritor adulto, del niño y del protagonista ficticio del libro.

Y como fondo sonoro la historia chilena: la novela empieza y termina con un terremoto (de 1985 y de 2011) y se explica la dictadura de Pinochet a través de los recuerdos de la mirada confusa y difusa del niño protagonista.

De regalo con la doble trama muchas reflexiones: ¿qué muestran y qué esconden las fotografías familiares?, ¿qué recordamos de nuestros recuerdos?, ¿cómo vemos nuestra infancia desde la adultez?, ¿cómo entendemos a nuestros padres desde la óptica adulta? Un libro poético, irónico, tierno, a ratos melancólico, que explica con sencillez la complejidad de la vida.



Hay muchas formas de volver a casa cuando ya llevamos nuestra casa encima. Nuestros libros, nuestras fotos, nuestros recuerdos son indicios de lo que fuimos y recuerdos de lo que seremos. Nuestra memoria es arbitraria y olvidamos detalles de nuestra vida, pero curiosamente recordamos el libro que en ese momento estábamos leyendo o la canción que sonaba.