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AVISO: Esta reseña contiene spoilers del primer volumen de Los asesinatos de la mansión decagonal, un manga en el que nos trasladamos a una isla junto a los miembros del club de misterio. Pero sus investigaciones sobre un asesinato de hace años terminan de manera desafortunada y, sin medios para marchar de la isla, deben tratar de descubrir lo que ha ocurrido… Tras llegar a la isla, los miembros del club descubren inscripciones entre las que han tallado las palabras "Detective" y "Asesino". En un principio todos creen que se trata de una broma, pero, al amanecer el día siguiente, encuentran colgada en una de las puertas una inscripción que reza: "Primera víctima". Para conmoción del grupo, ¡en el interior de la habitación hallan el cuerpo de uno de sus compañeros! Cualquiera podría haber cometido el asesinato y las dudas empiezan a aflorar entre ellos. Si bien el primer tomo para mi gusto pecó de alejarse mucho de la isla y los miembros del club, en este segundo tomo esto no ocurre, y los acontecimientos que suceden en ella y el carisma de los personajes hacen que te enganches a la historia. El misterio que se comienza a construir en el primer volumen continúa y avanza en este, con unos protagonistas inteligentes que se cuestionan lo ocurrido y que establecen diferentes hipótesis que te hacen pensar. Además, se deja vez un poco de su trasfondo al mismo tiempo, lo que ayuda a conectar con ellos, cogerles cariño y comprender cómo piensan, aunque queda mucho todavía por descubrir. Con unos diálogos que podrían salir de cualquier obra detectivesca, junto a un dibujo espectacular, el mangaka consigue atraparte entre las páginas de la obra y logra hacerte pensar junto a los personajes. Con un final que deja con muchas ganas de continuar la historia y un misterio muy bien planteado, este segundo tomo me ha gustado bastante más que el primero. La historia avanza y los protagonistas por fin toman un papel principal, situar el foco en la isla y sólo de vez cuando volver a tierra ayuda a que el misterio se fragüe a fuego lento y te intrigue y atrape. Irbis. |
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