Libre: El desafío de crecer en el fin de la historia

Estos últimos meses he leído poco, pero "Libre" ha sido una lectura ligera que me ha entusiasmado. Y es ágil porque Lea Ypi construye un relato que atrapa por lo peculiar de las situaciones que describe, del costumbrismo de esa Albania que fue el último reducto comunista hasta los 90, pero al mismo tiempo guarda reflexiones en torno al significado de la libertad y la justicia.

«Nunca me pregunté lo que significaba la libertad hasta el día en que abracé a Stalin». Con este inicio tan potente, Lea Ypi escribe desde el punto de vista de la niña que fue. Una niña que adoraba a sus tíos: Stalin y Enver Hoxha; que no entendía por qué su familia nunca encontraba el momento de colocar una foto de su líder en el salón ni por qué cuando este murió ellos discutían sobre música en lugar de llorar como ella. Una niña que vivió en un período en el que una lata de refresco de cola traída desde el extranjero suponía una diferenciación, un símbolo de estatus, en un país donde todos los salones de todas las casas eran iguales. Y de pronto todo cambia, el mundo que hasta entonces conocía se derrumbó, envuelto en desconcierto e incertidumbre, para dar paso a unas elecciones libres, a la democracia, a una guerra civil, al paro, a la emigración y al descubrimiento de las mentiras que la habían rodeado, a la explicación de la "biografía" de su familia.