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La historia comienza con los hermanos de armas Guo Furia Celeste y Yang Corazón de Hierro. La novela sucede en la China del siglo XIII durante las Guerras Jin-Song. Luego de la muerte de ambos hermanos en armas, sus mujeres dan a luz a la próxima generación de sus familias, pero debido a las circunstancias son separadas. Lo que resta de la novela se centra en Guo Jing, que crece en la Mongolia de Genghis Khan mientras recibe entrenamiento en el arte del Kung fu y en su regreso a China para cumplir su destino. Los personajes son sencillos, la trama es predecible pese al esfuerzo de contextualizar históricamente al lector —lo cual está muy bien logrado— y la prosa bastante mal lograda, poco natural y bastante torpe de leer. Esto último no sé si sea propio de la obra, o fruto de una traducción que le dio prelación a la textualidad sobre la naturalidad del texto. Esto no significa que esté malo, solamente que hay que tener en cuenta las expectativas que se tienen sobre la obra y lo que finalmente da. Lo que más me molestó del libro —de nuevo creo que es de la traducción, pero es el libro que conozco— es la excesiva traducción de cuanto nombre se menciona. Tener nombres como Corazón de Hierro junto a Qiu Chuji simplemente te saca por un momento del entorno oriental que la novela te ofrece, sin dejar de lado el hecho de que simple y llanamente un nombre no se puede traducir textualmente, pues con ello se va la identidad. Para ejemplificar esto basta decir que no tendría el mismo sentido saber que esta reseña la escribe un tipo llamado “Justicia de Dios” en vez de Daniel, de este tamaño son las cosas acá. No obstante, si lo que se viene buscando es una novela llena de acción y con un basto conocimiento y aplicación del kung fu, este es un libro que deberían considerar dentro de sus lecturas. Todo este tema es muy central y ocupa una gran parte del libro, lo cual impide que brillen otros temas que están presentes en el libro como el valor de la amistad, la lealtad y el amor. Durante la lectura tuve la sensación de que todo el esfuerzo que estaba poniendo para entender lo que pasaba, quién era cada uno de los personajes y el contexto en el que se desarrolla no iba a tener la recompensa esperada y fue así. El nacimiento de un héroe termina en suspenso y no promete tener un cierre pronto, por lo que habría que seguir con los demás libros de la saga escritos por Jin Yong. Es frustrante porque la experiencia de lectura para mí no fue agradable y debo admitir que me salté muchas páginas con el único fin de saber en qué iba a terminar todo, así que llegar al final y descubrir que el punto más alto de la narración estuvo en medio de esta fue un alivio tremendo. Si lo que buscan es una historia para pasar el rato y que esté lejos de lo que usualmente leen —esto claramente es para lectores occidentales y que no estén muy empapados de este tipo de libros— este libro podría llegarles a interesar. Eso sí, deben de estar preparados para tener una carga más alta de preguntas que de respuestas y para tomar la decisión de si seguir o no con la saga. Para mí fue más que suficiente con un solo libro. |
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