AVISO: esta reseña contiene SPOILERS de la anterior entrega de la saga Tensorado. En un mundo en el que la magia está al alcance de quienes acceden al Remanso, dos gemeles descubrirán secretos sobre las facciones de su universo que jamás esperaban. En esta segunda parte seguiremos los pasos de Mokoya, la cual está tratando de recuperarse de las pérdidas sufridas al final del primer libro. Su búsqueda de una naga la llevará a encontrarse con Rider, alguien capaz de usar el Remanso como nunca antes se ha visto. Este segundo libro me ha resultado más entretenido y completo que el primero. Por un lado porque la narración es más lineal y se concentra en un acontecimiento que mueve la trama y abre el mundo del Tensorado. Por otro, porque la personalidad de Mokoya está más definida, toma decisiones más adultas y se comprende lo que está viviendo. A eso se une que explican más cosas sobre el Remanso y las habilidades de quienes la usan y los riesgos que ello conlleva. Aunque sigo echando de menos una mayor expansión del universo fantástico, le autore crea una historia de aventuras y fantasía muy disfrutable y que abre las puertas a futuros horrores del Tensorado. Colibrí. |