A Xuan'er la han casado con el herrero del pueblo. La joven que no se queda embarazada porque él es estéril sufre malos tratos y desprecios de su marido y suegra. Teniendo relaciones, unas consentidas y otras forzadas, con diferentes hombres, da a luz ocho hijas y un hijo, que será débil, enfermizo y obsesivo. Jintong, el único hijo, es el narrador de la historia de supervivencia de su madre, sus ocho hermanas y de él mismo, desde la caída de la dinastía Ming hasta los años 90 del s. XX. Jintong es una persona peculiar; toda su existencia está marcada por su adicción a la leche materna hasta el punto que le resulta imposible tomar otro alimento porque le causa repugnancia y nada consigue motivarle más que la visión del pecho de una mujer, La Madre y cada una de las hermanas son mujeres muy diferentes en carácter, personalidad, inquietudes, pensamiento político, suerte o destino. Las más de ochocientas páginas de esta novela se pueden resumir con una palabra: supervivencia. Este libro es una novela, pero también es historia, una crítica a la sociedad, a la corrupción, una denuncia de la desigualdad entre hombres y mujeres. Si algo tiene de malo la novela, es la cantidad de personajes, con sus respectivos nombres chinos, a los que hay que seguirles la pista, lo que se hace ayudados por un listado al principio del libro. |