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Esta lectura ha sido todo un descubrimiento. Se trata de un libro breve compuesto por tres relatos cuyas historias se vinculan de algún modo. El primero es un génesis bellísimo: «Un día, se hizo la luz. Y la luz alcanzó una roca». Tras esta primera línea nos vemos inmersos en una prosa poética fascinante. La autora nos seduce con una historia de evolución y fantasía. Desde que formamos parte del mundo, cambiamos a cada instante, pero también somos personas diferentes conviviendo en uno mismo, como dice Aimee Bender en el prólogo: «Nosotros también somos rocas y amebas, al mismo tiempo». Los siguientes relatos de «Amistad para adultos» tratan de historias personales y cotidianas. Con gran sutileza, nos hablan de las relaciones y de la huella que dejan en nosotros aquellas personas que hemos dejado atrás, así como los espacios que hemos compartido. Los lugares dejan de ser comunes para tener un significado asociado, lugares con un recorrido propio, como el terreno vacío en el que se ubicaba un bloque de viviendas. La tierra removida, los fragmentos de vidas pasadas afanándose por no caer en el olvido. La cuestión de la identidad también está muy presente y, volviendo a lo que decía al principio, la convivencia de los diferentes yoes (¿o quizá la lucha?). Esto influye enormemente en cómo nos relacionamos. ¿Qué parte de nosotros es atractiva para el resto? ¿Somos aquello a lo que nos dedicamos? ¿Somos la música, los libros que leemos? O puede que todo esto no sea más que puro atrezo. Somos tan profundamente volátiles que no paramos de dudar de nosotros mismos. Sin embargo, hacerse preguntas no deja de confirmar que seguimos vivos. Maravilla de lectura de Shiro libros. Enlace: https://www.instagram.com/p/.. |
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