Stella

Stella es la recreación de unos hechos históricos incómodos y que pone foco sobre la maldad que puede llegar a tener el ser humano, rebasando cualquier tipo de ética y moralidad.

A través del Fritz, un joven suizo, ingenuo e inmaduro que decide ir a Berlín en 1942 a encontrar la fuerza de los alemanes y buscar respuestas al rumor de que se llevan los judíos en camiones de mudanzas, el autor nos narra unos hechos históricos menores, que todo conflicto tiene, pero que no evitan que tengan la misma dureza de otros de conocidos.

La historia que empieza con las primeras aventuras por Berlín, como si la guerra no existiera, con la posibilidad de conseguir lo que necesita gracias al dinero, va evolucionando dando más peso a la guerra, el nazismo y la situación de los judíos en Berlín. Con una narración rápida, cada capítulo un mes y solo tratando un momento concreto de cada mes la historia crece y el lector acaba envuelto en toda la problemática, en la opresión cada vez mayor de la guerra sin casi darse cuenta.

La narración es muy hábil, en primera persona escrita por el protagonista, que en el inicio de cada capítulo nos hace partícipe de los hechos importantes que sucedieron el mes en cuestión como si fuera sacado de un dietario y añadiendo cuando la historia lo reclama informes reales sobre la detención de diferentes miembros de la comunidad judía de Berlín.

Una obra que llena uno de esos tantos puntos vacíos que dejó la 2ª Guerra Mundial y que pasados 85 años todavía se van llenando con historias particulares que nos hacen partícipes de la magnitud de la tragedia y como algunas personas dejaron los escrúpulos a banda para prosperar o sobrevivir.

Una lectura muy recomendable para aquellos interesados en este periodo histórico.

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