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La novela es buena, recomendable. del estilo no puedo decir que me haya encandilado, pero desde luego es eficaz, y lo narrado realmente interesante, tanto las dos historias que contiene como toda la especulación metaliteraria. Hay una novela negra, Animales nocturnos, que su autor hace llegar a su exmujer, Susan, tras quince años sin saber nada el uno del otro. Esta novela, que leemos junto a Susan, tiene un principio trepidante, desde el primer párrafo el autor consigue con suma facilidad que nos metamos en la piel de Tony, su protagonista, involucrándonos en su toma de decisiones, en sus procesos psicológicos, haciendo más terrible el horror de los sucesos narrados. Es atractivo como se describe la lectura que hace Susan del manuscrito recibido, cómo el hecho de conocer al autor modifica el sentido de lo leído, como afecta la propia vida a ese proceso de lectura, su hogar, sus hijos, su marido ausente, todo lo que la rodea mientras lee y todos los recuerdos que la aparición de su exmarido le ha traído a la memoria: el tipo de relación que mantuvieron, su ruptura y el inicio de la actual. Todo forma parte de la lectura, la complementa, la modifica, la sesga. Hasta el pasado rememorado ha cambiado para Susan, lectora también de la narración no escrita de su vida. Vida que, como toda narración, como el propio relato ahora leído, tiene sus alternativas, sus encrucijadas que modificaron el desarrollo posterior; vivir, escribir, es elegir posibilidades, tomar decisiones, rechazar caminos... y la cobardía es un gran impedimento siempre. “El libro se ha acabado. Susan lo ha visto consumirse, ante sus ojos a través de hojas, párrafos, líneas, palabras, hasta el capítulo final. No queda nada, se ha extinguido. Ahora ella es libre de releer o revisar fragmentos, pero la novela está muerta y nunca volverá a ser la misma. En su lugar, por la grieta que ha dejado silba una ráfaga de viento semejante a la libertad. La vida real, que vuelve para poseerla.” Lástima que el último tercio de la novela flojee y el final sea demasiado enigmático, con demasiados flecos sueltos para una novela negra al uso. |
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