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Es una historia prácticamente perfecta llena de amor, aventuras, misterio y personajes inolvidables. Erienne, la protagonista, una joven que sufre la ambición de su padre pero que a pesar de ello no renuncia (ni quiere renunciar) a su felicidad y lucha por lo que es justo, no se deja de nadie. Es obstinada y un poco cabezota pero muy valiente, con mucha fuerza y carácter como casi todas las protagonistas de Kathleen Woodiwiss. Christopher es un hombre que es más de lo que aparenta. También tiene mucho carácter y coraje, características muy necesarias después de todo lo que ha tenido que pasar en su vida. La atracción que ambos sienten es inmediata y demasiado fuerte para resistir pero la vida no es un camino de rosas y ambos deberán superar múltiples obstáculos y pruebas que se irán interponiendo en su camino, empezando por el intenso odio que el padre de Erienne y su hermano sienten hacia Christopher. De todas las novelas románticas que he leído esta es sin duda mi favorita. La releo por lo menos una vez al año y no me canso. al principio puede parecer algo tediosa y lenta pero en cuanto empieza la acción ya no para y se hará imposible dejar de leerla. |
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