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De nuevo vuelven las conversaciones y comportamientos inmaduros y juveniles en exceso que tanto me chirrían. Sin duda mi mayor problema con esta saga sigue siendo la protagonista, que no la soporto. Y aunque la autora tiene la oportunidad de hacerla madurar, sigue conservando su comportamiento y personalidad repipi, protestón, e incoherente sin aprender nada de nada, y cuando al fin logra hacerse poderosa (sin merecerlo demasiado, solo por genética) se hace la guay y la malota hacia sus enemigos para vencerlos, creyendose la mejor, la voz de la razón y la madurez, y eso la vuelve aún más insoportable. Ciertamente la historia sobrenatural en líneas generales es buena y entretenida, eso es innegable, pero en esta novela se introducen tantos contratiempos, y objetos que conseguir (que si corona, que si la piedra divina, que si lágrimas de eleos, que si diosas o dioses por aquí, que si hijas semidiosas por acá...) que al final el caos generado te incita a gritar: MENOS ES MÁS! En cuanto a los personajes, muchos son muy buenos, aunque lamentablemente no a todos se les da el protagonismo suficiente para enriquecer la trama, como pasa con Remy o Jaxon que pasan a un segundo plano para que Grace acapare toda la atención; de hecho espero que en la futura novela nos explique la autora el amor entre Jaxon y Flinn porque era de lo más llamativo de las subtramas y no nos ha contado nada... Los giros me siguen resultando predecibles y cumplen con todos los clichés esperados, pero eso no me importa ya que me gustan los clichés literarios. El tema matar personajes importantes me parece muy acertado, al menos le da esa chispa más dramática que necesita para reducir el hiperglucemia adolescente happy flower, sin embargo no veo que se enfoque con el dolor y duelo necesarios. El luto por cada una de esas muertes, que se suponen son todos amigos del alma, les dura 5 min de reloj a todos... aunque de nuevo Remy y Jaxon son los únicos que suben el listón en este aspecto, son los únicos que demuestran sentir de verdad ese dolor correspondiente al momento. En definitiva es un aprobado raspado. Y el asunto más polémico acerca del lenguaje inclusivo, a mí me resultó algo chocante al principio, me daba la sensación de estar leyendo en bable (asturiano), pero al final me hice a ello. No me parece que sea para escandalizarse tanto, está más o menos justificado al incluirse un personaje nuevo no binario que habla así y el resto por respeto hacia elle lo emplean cuando hacen referencia a su persona en la conversación; no me parece que sea tan grave aunque no se cumpla la normativa de la RAE, porque sinceramente, no creo que sea necesario cuando este libro no aspira a ganar ningun premio al mejor libro del año... |
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