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Un libro que me ha encantado. Max es un personaje que al principio del libro anterior no me gustó, pero que poco a poco fue volviéndose más tierno y acabó siendo mi favorito, a lo largo de ambas historias tiene una evolución brutal. Este segundo libro es bastante diferente al anterior, aunque en él tenemos dos partes bien diferenciadas, la primera en la que Max está muy perdido y hundido a raíz de lo que pasó anteriormente, y una segunda en la que aparece un personaje que lo cambiará todo, pero este cambio no será brusco, irá ocurriendo poco a poco sin que ni el propio Max se dé cuenta. Me ha flipado cómo la autora pasa de una historia más oscura a una muy bonita de forma tan fluida, mostrando que las segundas oportunidades son posibles. Merece totalmente la pena leer el anterior libro para llegar a este. Por último tenemos un final que anticipa el principio del siguiente libro y que me ha dejado muy sorprendida, así que voy a por el siguiente.
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