Aprovechando que Ryan y su cuadrilla están huyendo, el autor los lleva por varios escenarios, al desierto donde los narcos mexicanos tienen su guarida o a los platós del cine americano. Esta segunda entrega de la trilogía me ha resultado más amena que la primera, mucho más dinámica y con mayor argumento. El hecho de moverse por escenarios tan diferentes hace que la lectura sea muy rápida y resulte más atractiva. Lo único malo es que un libro pequeño, con una extensión de caso 400 hojas te deja con las ganas de leer la tercera entrega de esta trilogía. |