Ojalá todos pudiésemos, al final de nuestra vida, mirar atrás sin arrepentimiento, con una sonrisa nostálgica, identificando a la perfección quiénes hemos sido, qué somos, qué es lo que quedará de nosotros cuando nos hayamos ido. Ojalá todos, al llegar ese momento, hayamos tenido una gran pasión, un amor, un sueño materializado en un cuerpo, en unas manos, en palabras antiguas, en poesía. Ojalá todos hagamos memoria con calma y que la balanza se incline del lado de la alegría. Ojalá todos muramos sintiendo que hemos sido, básicamente, una buena persona. Ojalá todos leáis Stoner. |