No podía tolerar que me quitaran las palabras. Ellas me explicaban.
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No podía tolerar que me quitaran las palabras. Ellas me explicaban.
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Algunas palabras son más importantes que otras, lo aprendí mientras me criaba en el scriptorium. Pero tardé mucho tiempo en comprender por qué.
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Me siento como un diente de león justo antes de que sople el viento.
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Una palabra vulgar, bien colocada y dicha con suficiente vigor, puede expresar mucho más que su equivalente cortés.
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Las palabras nos definen, nos explican y, en ocasiones, sirven para controlarnos o aislarnos.
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Las palabras son como las historias… Cambian según van pasando de boca en boca; sus significados se estiran o se truncan para adaptarse a lo que hay que decir. Es imposible que el diccionario recoja todas las variantes, sobre todo, porque muchas no se han escrito nunca...
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El retrato de Dorian Gray