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Este es un autor que estoy descubriendo y leyendo gracias a los retos de lectura. Buscando una novela corta escrita por un autor que hubiera pasado por la cárcel he llegado a este divertido relato. En apenas cuarenta y seis páginas, Wilde hace un retrato surrealista y satírico de la clase alta inglesa: desde la aristócrata que invita a sus fiestas a adivinos, anarquistas y agitadores como si fueran atracciones de feria, hasta el joven petulante que antepone el honor de cumplir con los designios de un quiromante a todo lo demás. Resulta entretenido y un tanto surrealista, y aunque el personaje de Arthur es una caricatura y la situación narrado un tanto exagerada, es verdad que la alta sociedad de aquella época veía a todo aquel que se salía de la norma como un entretenimiento, eso sí, siempre que se mantuvieran en su sitio. Llama la atención que en una carta escrita por la prometida del protagonista se queja de que los "pobres" a los que dona ropa quieren telas finas en vez de toscas. |
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