Una de azúcar y otra de sal

una historia que me ha sorprendido mucho, una historia de la que esperaba ligereza, entretenimiento y dulzura, algún sobresalto tal vez, pero lo que me he encontrado ha sido algo que no entraba en mis planes y que me ha gustado demasiado. Mucho. La sinopsis no desvela mucho de lo que veremos entre sus páginas y, la verdad, que es de agradecer. Pero os cuento un poco, sin desvelar mucho.

Margot Salton llega a San Francisco buscando un nuevo comienzo y un lugar donde abrir su nuevo restaurante, lo que ha soñado toda su vida. Compartirá cocina con Jerome y conocerá a Ida B. la madre de este, con la que enseguida surgirá un vínculo de cariño. Pronto surgirá cierta complicidad entre los compañeros de cocina y por fin Margot (Margie) será capaz de abrirse lo suficientemente a alguien como para confiarle su pasado.

Lo que os cuento en la sinopsis es la parte bonita de la historia, pero tiene muchas nubes, luego llegan los claros pero es que en la vida de Margot han habido muchas nubes y tormentas. Su juventud es marcada por un hecho muy, muy duro, pero además de ese hecho, las consecuencias, todo lo que pasa a su alrededor y que le influye a ella directamente es BRUTAL. El poderoso don dinero y poder de los que lo tienen. Solo os puedo animar a que la conozcáis. Y es que además tenemos la historia de Ida, de la que tampoco os contaré mucho, solo que es más “bonita” pero tampoco fácil. Diremos que todos los personajes principales tienen mucho que decir.

La comida tiene que ver en la historia y por ello nos deleita con algunas de las recetas con las que Margot está familiarizada, pero el tema, para mi, pasa a muy segundo
plano con todo lo que se cuece entre sus páginas.

Sí, es una historia donde los protagonistas son unos luchadores, con coraza, dulces, reales y con bagaje, pero vamos a tener a personajes malísimos, reales también, y en contraposición tenemos también a personas altruistas, que dan sus vidas por los demás, que se desviven por ayudar. Salen temas duros como el racismo, el injusto y corrupto sistema judicial y otros tantos más que me encantaría que descubrierais porque merece mucho la pena.