Salas donde se pueden ver esculturas precolombinas, el arte robado a sus originales propietarios, la autora pasea por una colección de huacos, de la colección de su bisabuelo Charles Wiener. La autora, Gabriela Wiener nos lleva de la mano por lo que fue un expolio. Pero el libro no se queda ahí, hay relaciones, de muy diversa índole. El afecto, el miedo, están en esta obra, en las relaciones de sus padres y de la misma autora. La muerte del padre también está presente y una serie de pensamientos asociados a la cultura peruana, amor, tráfico de arte. Se siente como una hija emigrante, el racismo también aflora, sus gustos sexuales, las relaciones se estancan, la periodista que se casó con un cholo, pero se enamoró de una mujer blanca, rubia y delgada como ella. No busca la voluptosidad, busca algo similar a lo que cree que es ella, una igual que la entienda. Me quedo más con la primera parte de la novela, la parte histórica de su familia, la parte cultural. La sentimental no me ha llegado tanto, no me ha impactado. |