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La experiencia de leer a Whitman se puede resumir en un sentimiento: ternura. A pesar de ser un autor centrado en lo sensual, es decir, en el mundo sensitivo, no por eso sus poemas son eróticos, antes bien, Whitman se centra en las percepciones subjetivas del mundo que lo rodea. Ejemplos hay miles, pero uno de los poemas que más destaco es el de "Yo canto al cuerpo Eléctrico", este poema, dividido en 9 partes, es el culmen de la empatía, la solidaridad y la sociedad. A diferencia de autores contemporáneos suyos como Edgar Allan Poe, quien se encerraba en un mundo interno de vagas intuiciones y sentimientos (Un sueño dentro de un sueño); Whitman retiene la percepción sensorial y la exalta para alabar al hombre, a la mujer, al país, y en fin, a todo aquello que sea material y tangible. Leer a Whitman fue tierno, porque atraves de él se se puede sentir que lo importante en este mundo no es sólo el más allá, sino también el día a día de nuestras vidas. |
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