Una tormenta de deseos

Jacqueline West (1979), autora de la conocida saga Los libros de Otro Mundo, publicó en 2018 la primera parte de la bilogía de fantasía Los devorasueños, con la que recibió el Schneider Family Book Award (premio con el que se reconoce a aquellos autores o ilustradores por la representación de la discapacidad en su obra). En 2019, cerró la saga con la publicación de Una tormenta de deseos, que a España ha sido publicada en 2022 por parte de la editorial Roca.

Unas semanas después de los acontecimientos finales de Los devorasueños y van Markson sigue enfrentándose a las consecuencias: alguien ha debido desear que le suceda lo peor y van se escapa por los pelos de ser atropellado por un camión de la basura. A partir de ese momento, su madre, segura de que los persigue la mala suerte, decide abandonar la ciudad y mudarse a la Ópera Fox Den, donde todo lo que la rodea es el bosque. Sin embargo, van se verá de nuevo envuelto en una nueva aventura cuando descubra que el señor Falborg pretende capturar a uno de los más grandes devorasueños que existen y que habitan en el bosque.

Desde el momento que vi que se iba a publicar Una tormenta de deseos y ver la portada tan preciosa que han diseñado desde Roca Editorial, supe que necesitaba leerlo inmediatamente. No sabía nada sobre la autora, ni sobre su trama, pero me hice con un ejemplar de Los devorasueños en cuanto pude y pedí su segunda parte a través de Babelio (¡Gracias eternas por enviarme el ejemplar a cambio de la reseña!).

Uno de los elementos que más me ha gustado de esta segunda parte es que su historia ha madurado de una manera excelente, solventado aquellos pequeños detalles que no me terminaron de convencer de Los devorasueños. Ahora bien, es cierto que he echado en falta sentir algo más de tensión durante su lectura, sobre todo en las últimas páginas, en las que no llegué a notar esa sensación de suspense salvo en alguna escena en concreto, dejándome por lo tanto un tanto frío. Esto no quiere decir que su lectura sea mala, así como su final, ya que los he disfrutado a pesar de todo.

Además, partiendo de la base de que apenas tiene 256 páginas y su letra es bastante grande, leer esta historia ha sido un visto y no visto, ya que cuando me he querido dar cuenta ya había llegado al final, también por la facilidad con que se lee la narrativa de Jacqueline West, que es una pequeña delicia. de hecho, la manera en que Jacqueline West te adentra en la historia desde el primer capítulo es simple y llanamente brillante, con una prosa impecable y un trabajo de ambientación increíble, consiguiendo así un inicio para su novela inmejorable.

Otro de los aspectos que más he disfrutado en esta segunda novela es la manera en que está escrita. No es que la primera parte no fuera buena, pero en esta somos testigos de una evolución y una mejoría, acompañada del uso de unas metáforas que resultan de lo más originales y que son toda una exquisitez para el lector.

En Una tormenta de deseos, de nuevo, vamos a encontrarnos ante unos personajes tan entrañables como los que pudimos ver en Los devorasueños, sobre todo si pensamos en su protagonista: van Markson, que te cautiva por completo. Sin embargo, también vamos a reencontrarnos con la encantadora ardilla Barnavelt, cuyas intervenciones (sean breves o no) logran ponerte en todo momento una sonrisa en los labios.

En definitiva, nos encontramos ante una segunda parte que, si bien no alcanza la perfección, sí que consigue ser una propuesta más que notable para todo tipo de lectores pero que disfrutarán de inicio a fin todos aquellos que disfruten de la literatura middle-grade.
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