El libro de los accidentes

“Al principio lo mantienes a raya, intentas contenerlo. Pero es como el agua de las mareas, que no deja de romper contra tu playa y se lleva un poco de tu arena cada vez que lo hace, día tras día. Te sala y te encurte como si fueses carne de cerdo. Se cuela en tus entrañas. Terminas por reconocerlo. Me refiero al Mal.”

Un thriller psicológico, con misterio y una ambientación sobrenatural. Me siento muy satisfecha de haberme cruzado con esta lectura de manera tan aleatoria. He de decir que, la introducción fue sorprendente. La presentación de este personaje secundario estaba premeditada desde un inicio para darle la suma relevancia posible (dado que, inicialmente, la historia está muy orientada hacía él). Supongo que con el paso de los capítulos, el propio autor se aburrió, y todo ese bombo se fue a pique. Y aquí es donde entra en escena Jake. Me sorprende gratamente que la historia diese un vuelta tan redonda, dado que, por la insistencia del primer susodicho en TODOS los capítulos, pensaba que la presencia sería más… ¿necesaria? Para el desarrollo de la historia. En fin…

Creo que no me quiero enrollar hablando sobre la evolución de los personajes, porque sinceramente ha sido algo lineal (lo cual no termina de ser algo negativo), por lo que voy a saltar directamente a lo importante: una historia pre-apocalíptica, mundos alternativos, la teoría de cuerdas (de la forma más suavemente desarrollada) y narraciones un tanto escalofriantes. Me encanta el ligero toque de gore, la tensión que te va creando con las diversas “visiones” que los personajes van experimentando, todos los aspectos sobrenaturales que van, poco a poco, caldeando el entorno del libro.

“Pronto se acabaría todo. La rueda estaba a punto de romperse. El dolor estaba a punto de acabar…”