Nada más que perder

Llegamos al final de esta saga, concluimos la historia de John Cleaver y debo admitir que es una difícil despedida puesto que me encariñe mucho con estos libros y sus personajes, una parte de mi realmente no quería terminar el libro y seguramente pronto me programare una relectura de esta saga completa para no dejarla ir tan pronto.

Recordemos que el personaje de John ha ido evolucionando a lo largo de cinco libros atrás y en este sexto y último de la saga nos reencontramos con sus inicios, vuelve a trabajar en una funeraria y a especular sobre asesinos seriales y monstruos peligros, pero a la vez ha madurado, le toca enfrentar de diversas maneras los muchos problemas que se le presentan desde las primeras páginas del libro.

Tiene un inicio con bastante acción, como siempre Dan nos da ciertas pistas que nos confunden teniendo un giro inesperado, es algo que sabes que vendrá aunque no estés seguro de que bomba caerá, sobre todo si te has acostumbrado a la pluma del escritor y no decepciona en este libro, eso sí para muchos el final no era algo que esperaban, siento que es mucho más serio y centrado, más humano, como si al haber madurado el personaje se hubiese dado cuenta que era la solución más sensata.

También se introdujeron un par de personajes nuevos que me hubiese gustado conocer aún más, se menciona a Brooke pero es solo por encima para que sepamos cómo se encuentra y se centra más en estos personajes nuevos y en cómo influyen en John y en las decisiones que tiene que tomar para terminar esta historia, me resulta realmente interesante el cómo se toca el tema de el poder sobre uno mismo y la capacidad de cambiar, sin duda un gran cierre para esta saga de una manera tan única como John Cleaver.