Me fascinan los viajes en el tiempo y quizá esperaba un poco más de la máquina del tiempo. Si viajásemos a 1895, su año de publicación, mi entusiasmo por la historia sería inmenso porque el autor arriesgó abriendo camino, pero mi viaje fue en avión a Cádiz y me tocó en un asiento separado de la family... quedándome a solas con los eloi y los morlock del mundo imaginado por H. G. Wells con la sensación de que pese a la brevedad de la novela, el viaje no fue tan intenso como mis expectativas pensaban. ¡Seguid disfrutando del verano, babeliers! |