El príncipe y la modista

Una premisa más o menos conocida es la que nos lleva a esta novela gráfica, con muchos toques románticos y ciertamente reivindicativos. Frances quiere ser una gran diseñadora, pero de momento es costurera en un taller, todo cambia cuando, por diferentes motivos, se convierte en la costurera del príncipe Sebastian. Así, la historia nos cuenta el inicio de esta amistad y los secretos que tras ella se esconden.

El tema principal, sin duda, y teniendo en cuenta que nuestro coprotagonista es un príncipe, es la confianza. Esta se ve reflejada no solo como lealtad, de Frances al príncipe, sino también como anhelo para la otra persona: Frances quiere hacer feliz a Sebastian y este a su vez quiere que ella triunfe como modista.

Esa cosa que te saca la sonrisa


Os confieso que cuando vi la obra no me fijé en la sinopsis y no busqué muchas más información que el estilo de dibujo, que para mí es algo clave en las gráficas. Sobre este, debo decir que nos encontramos ante un dibujo agradable, delicado y que no remarca las líneas, sino los colores. En este sentido, la autora crea a través de la forma y la composición cierto mundo de fantasía dentro de una ambientación urbana, ya que nos encontramos en el París de los inicios de la moda ( aproximadamente el siglo xix).
Pero de vuelta a lo que quería decir, el hecho de no saber nada sobre la trama de la obra ha favorecido que me haya gustado. No seré yo quien os lo cuente, pero creo que este tipo de obras donde lo sencillo de algunos temas, la ingenuidad y simplicidad con la que los cuenta son necesarias. Esa sonrisa que la obra te saca, lo hará pronto y continuará haciéndolo el personaje de Frances que no deja atrás sus ambiciones por algo que no la deja avanzar.

Duro, pero fuerte

Así, la obra nos presenta unos personajes que tienen claro lo que desean, aunque no sepan cómo terminar de concretarlo con su realidad. Frances, por ejemplo, sabe que quiere convertirse en una gran modista, así que luchará por ello, no por encima de los demás, sino a pesar de las tramas de los demás. Por el contrario, tendremos a Sebastian que ha llegado un punto en el que ha llegado la felicidad, pero esta es incompleta. Sin embargo, prefiere ese escondite cómodo porque no sabe cómo enfrentarse a los demás.

Ante esto, no creo que estemos ante una inversión de papeles, ya que esto supondría tener papeles preconcebidos para los personajes, ¿no? Lo que creo que es que estamos ante dos posturas diferentes de encarar nuestros deseos, con personas que tienen dificultades diferentes, que se pueden salvar dependiendo del contexto.

En cualquier caso, y sin poder contar nada de lo que pasa, lo que nos encontramos es una historia preciosa y entrañable, con unos personajes que producen admiración por su determinación.

Para ello, la autora ha utilizado un dibujo definido, donde los colores y la composición tienen su importancia, con un guion nada pretencioso, sino sencillo y con ganas de contar esta historia. Espero que os animéis con ella y que el girito que yo no conocía lo disfrutéis, aunque lo conozcáis.
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