In Memoriam

"Ellwood recordó lo que Gaunt había dicho sobre el sonido de la artillería: que te hacía sentir como si estuvieras en el centro del universo. El la batalla del Somme, era más que eso. Era como ver el universo partirse por la mitad".

Hace ya tres semanas que finalicé la lectura de In Memoriam y sigo sin superar esta historia. Echo de menos a sus dos protagonistas, sus conversaciones, su forma de quererse, su habilidad para sobrellevar los inconvenientes de su amor imposible. Estoy triste porque ya no sabré más de ellos. 

Triste por no volver a saber de ellos, y angustiado por el miedo de no saber encajar tanta grandeza en una simple reseña. In Memoriam es una historia tierna y conmovedora, es un canto a la fragilidad y a la grandeza del ser humano, a su capacidad de resiliencia, a la esperanza. al amor y la amistad. Y un alegato contra las guerras, trágicas, devastadoras y absurdas.

Mientras en Europa estalla la I Guerra Mundial en 1914, dos amigos, Henry Gaunt y Sidney Ellwood, estudian y viven en Preshute, un internado para estudiantes de clase alta en la campiña inglesa. Ambos son buenos amigos y se sienten atraídos el uno por el otro, aunque tratan por todos los medios de ocultar sus sentimientos reales. En aquella época, la homosexualidad estaba prohibida en Inglaterra, aunque su práctica, tal y como se plasma en la novela, era más habitual de lo que podríamos pensar. El patriotismo exacerbado lleva a los estudiantes de la escuela a querer luchar por el Rey y la patria, y se alistan para marchar al frente, pese que todavía no tienen los 19 años que se exigen para poder alistarse. Primero Gaunt y después Ellwood lucharán en Bélgica y Francia, poniendo en juego mucho más que sus vidas en una guerra cruel en la que Inglaterra acabará perdiendo casi una generación de jóvenes.

Con una prosa descarnada y convincente, Alice Winn teje en esta novela (¡su primera novela!) una historia desgarradora, dura, en la que no escatima en detalles para narrar el terror de las trincheras, vívido e implacable. Sangre, heridas, mu3rtes, mutilaciones, enfermedades, hambre… las batallas y la vida en las trincheras son narradas sin paños calientes, con toda la dureza. Ha habido pasajes en los que he tenido que cerrar la novela con lágrimas en los ojos y respirar antes de seguir.

Aún así, pese a lo desolador del escenario y lo trepidante de la narración bélica, Winn consigue mantener la atención del lector en la relación de Gaunt y Ellwood, en sus acercamientos y separaciones y en la forma en que van evolucionando su psique y sus sentimientos y la manera de mostrarse el uno al otro y al resto. Es una narración brillantemente equilibrada sobre los horrores de la guerra y la pureza del amor. Esa es, para mí, la principal virtud de ‘In Memoriam'.

Winn aprovecha esta historia para cuestionar las nociones de patriotismo, valentía y deber. Los chavales, niños en el fondo, incluso pacifistas militantes, acuden alegremente al frente a luchar por su patria y por su rey, mientras la sociedad presiona y acusa de cobardía a quienes no van al frente. Una presión ejercida, incluso, por unos padres que despedían a sus hijos con ferviente orgullo y que tendrían que luchar más tarde con la culpa y el dolor de haberlos empujado al horror cuando volvían mutilados y con graves secuelas psicológicas. Si es que lograban volver. 

'In Memoriam' es una novela redonda, brillante, en la que el miedo y el amor no solo coexisten, sino que interactúan de forma intensa. Leer la historia de Gaunt y Ellwood buscándose por una Europa que se autodestruye, que se desangra, entre el horror y el amor, es una experiencia difícil de olvidar. ‘In memoriam' es uno de los mejores libros que he leído en mucho tiempo, sin duda.