In Memoriam

El 1 de julio de 1916 comenzó la batalla del Somme en pleno apogeo de la I Guerra Mundial. Murieron más hombres que cualquier otro día de la guerra, más de 19.000 soldados británicos, sin contar los heridos, los desaparecidos o las bajas del resto de países. Aunque en teoría ningún hombre podía ser enviado al extranjero hasta que no cumpliese los 19 años, gran parte de esas bajas fueron menores de edad. Algunos insensatos se alistaron por voluntad propia atraídos por el espíritu de aventura, o para honrar a sus familias y a su país. La muerte del idealismo y del sentimiento patrio llegó después cuando se toparon con la dura realidad. Nadie estaba preparado para lo que suponía la guerra moderna.

Este es uno de los escenarios que se plantean en 𝘐𝘯 𝘮𝘦𝘮𝘰𝘳𝘪𝘢𝘮, la primera y sorprendente novela de 𝘈𝘭𝘪𝘤𝘦 𝘞𝘪𝘯𝘯. Es una poderosa y emotiva historia de amor entre dos jóvenes sumergidos en los desastres épicos y en las consecuencias de la guerra.

Me resulta muy difícil hablar de un libro que ha sido tan recomendado últimamente y que me ha atravesado como una bala. Me ha dejado inquieto, enamorado, roto, esperanzado, triste… Y porqué no, también curioso, pues llevo semanas buscando información sobre un acontecimiento histórico que tenía bastante olvidado. Conseguir eso ya es difícil, porque no suelo leer novela histórica y mucho menos si tiene ambientación bélica. Pero de alguna manera he quedado atrapado dentro de esta trinchera desde el minuto uno.

Es precisamente lo bien que está retratada la guerra uno de los encantos de esta historia. La vida en las trincheras, el campo de batalla, el efecto de las heridas de metralla en los cuerpos..., incluso los efectos psicológicos en los soldados (que provocaron un fuerte impacto en la psiquiatría de la época). Las descripciones de la autora tienen una fuerza visual que horroriza.

Resulta todavía más horrible cuando tomas consciencia de que los personajes apenas son unos niños que no están preparados para hacer frente a las exigencias de sus sentimientos y mucho menos para luchar en una batalla real. Madres, hermanas, amigos… Todos intentan lidiar con las desastrosas consecuencias que ello conlleva.

La prosa de Winn es diligente y eficaz. Irrumpe con fuerza y sin miedo, y almidonada con un sútil sentimentalismo que por momentos parece ubicarnos en un romance de época. Nuestros protagonistas se separan y se encuentran continuamente buscando consuelo y movidos por la necesidad de estar juntos. Viven su amor en silencio, con miedo, lanzándose miradas, recitando versos para no expresar lo que sienten con su propia voz. Hay fragmentos que funcionan casi como una elegía en sí mismos o una oda en miniatura. Salvajes y explosivos al principio, lánguidos y anhelantes al final.

Para terminar, necesito destacar el trabajo de la autora para hilvanar la trama en todo momento con la poesía del romanticismo. Ha sido una sorpresa espléndida que me ha hecho suspirar cada vez que recitaban un verso de Tennyson, de Longfellow o del renacentista inglés Thomas Wyatt. Sería injusto no terminar esta reseña con unos pocos versos extraídos de In memoriam A. H. H:

Permanece a mi lado, cuando se apague mi luz,
y la sangre se arrastre y mis nervios se alteren
con punzadas dolientes.
Y el corazón enfermo
y las ruedas del tiempo giren lentamente.