Una salida honrosa

Todos los libros de Éric Vuillard son pequeñas lecciones de historia contadas con un estilo pulcro y ameno, pero metiendo siempre el dedo en la llaga. Una salida honrosa (2023) aborda un tema que, a pesar del paso del tiempo, aún escuece en el país vecino: la vergonzosa derrota francesa en la Guerra de Indochina.

Con su habitual tono sarcástico, Vuillard nos sitúa en el centro de la acción: la batalla de Bien Dien Phu en el año 1954, el desastre definitivo que precipitará la salida de los franceses de la región y la llegada de los estadounidenses. El resto de la historia (la Guerra de Vietnam), ya nos la han contado en innumerables libros y películas.

Políticos corruptos de todas las tendencias, militares incapaces y arrogantes, grandes empresarios dispuestos a todo para sacar tajada (incluso de la derrota)… El paisaje que nos describe esta obra es desolador. Soldados enviados al matadero para mantener una colonia sin colonos, donde los únicos interesados por permanecer allí son las grandes sociedades empresariales que extraen las riquezas del país a base de esclavizar a la población local.

Como ya es habitual en Vuillard, la narración es brillante y fluida. Aunque todo lo que cuenta es realmente escandaloso, consigue arrancarnos una sonrisa ridiculizando diferentes personajes históricos que van desfilando ante nosotros. Su dignidad es arrastrada por los suelos, pero con sutileza.

Uno de los que peor parado sale, y con razón, es el general Henri Navarre. Sin embargo, puede que sea el único que merece ser perdonado después de todo. Es presentado como un hombre mediocre y acomplejado que de repente soñó que podría emular a Napoleón. El resultado fue catastrófico, pues la trampa en la que su propio ejército fuera masacrado había sido orgullosamente diseñada por él.

Mucho peor es el papel de la casta política de la Cuarta República y sus compadreos con la aristocracia empresarial de Francia. Una pléyade de personajes siniestros unidos por la hipocresía, la ambición y la endogamia.

Fueron ellos quienes decidieron prolongar una guerra sin sentido que iba contra los intereses y la propia imagen del país. Los mismos que, cuando ya se cernía sobre ellos la sombra del desastre, empezaron a sopesar la idea de une sortie honorable («una salida honrosa», como reza el título del libro), mediante una victoria militar que jamás se llegaría a producir. Navarre y los militares fueron solo los títeres encargados de ejecutar esta comedia negra escrita en los elegantes despachos de los ministerios y los bancos de inversiones.

Vuillard no es historiador. Probablemente, ni siquiera sea un autor imparcial, pero gracias a su talento narrativo y sus dotes de caricaturista consigue transmitir al lector un relato muy consistente y entretenido acerca de un episodio bastante negro de la historia de Francia en el siglo XX. Un mundo que hoy nos parece muy lejano, pero que está muy ligado al presente.
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