Una pausa en tiempo express

Vemos lo que queremos ver y no es siempre lo que tenemos frente a nuestros ojos. Como en los actos de magia, construimos ilusiones para ser felices, el problema aparece cuando nuestra imaginación e interpretación se distraen, y surge de golpe y sin avisar: la cruda realidad.

Tantas preguntas me llevan a un plano gris, me gusta el blanco o el negro, me gusta estar parada en los extremos. Los grises me incomodan. Siempre me han incomodado. Me gustan las respuestas blancas y las respuestas negras, con esas puedo; pero estas se destiñen y declaran en gris.

Lo que estaba ya no está, simplemente porque no es lo que debe estar en tu vida.

Nada es demasiado triste, ni demasiado bueno, ni demasiado malo; a menos que uno quiera que así sea.

No importan las cosas que pasan, sino cómo uno reacciona ante ellas.

Ya es hora de colocarle más sonrisas a mi vida, es momento de hacer a mi mente sonreír.
¡Chau pensamientos negativos, adiós palabras limitantes!
Alegría bienvenida seas.

Por el momento solo me queda una cosa: sentarme, calmarme y pensar.

No importa si los pasos son largos o cortos, rápidos o lentos, mientras caminemos a la misma velocidad y sin fatigarnos.

Declaro hoy: que tengo derecho a mimarme, a mí y a mi cuerpo, tengo derecho a descansar y a dormir porque lo necesito y así lo quiero. ¡He dicho!

¿Puedo hoy simplemente quedarme en la cama?