Marioneta: Una historia que te enredará en sus hilos

Una historia breve pero de gran intensidad. Marioneta, de Abel Vílchez nos presenta un relato que navega a medio camino entre la novela negra y el terror, pero que también explora uno de los aspectos más turbadores de la mente humana: el terrible trastorno de la esquizofrenia y sus (a menudo) fatales consecuencias.

El protagonista es Elías, un joven que se dedica a fabricar marionetas de forma artesanal en su pequeña tienda. También ofrece espectáculos de títeres a los niños. Elías se esfuerza por llevar una vida un tanto solitaria en la que la realidad del mundo exterior muchas veces se solapa con la que habita dentro de su mente.

La trama del relato se dibuja gracias a una serie de personajes secundarios que habría que dividir en dos categorías: los reales (Helena, Edu, Alicia, etc.) y los que solamente habitan en el mundo interior de Elías, como Mimo o la “Helena imaginaria”.

Así, bajo esa apariencia anodina, la existencia de Elías transcurre entre el orden y el caos, la ilusión y la tragedia. La novela es corta en extensión, pero está llena de golpes que erizan la piel del lector. Momentos que emocionan y transmiten ternura junto a otros que directamente nos hielan la sangre.

Puede que otro autor habría optado por un formato algo más extenso. Abel Vílchez en cambio apuesta por una narración directa, sin rodeos ni ornamentos superfluos. Ni una página más de las necesarias para contar la historia, lo cual se traduce en un ritmo ágil.

Por esta y otras razones puedo afirmar que Marioneta (otro buen título que nos presenta Letra Minúscula) me ha parecido un excelente relato. Una historia terrible en la que se desliza una metáfora inquietante: ¿No somos todos marionetas en cierto modo? ¿Acaso no hay hilos invisibles que dirigen nuestras acciones?
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