Si tuviese que definir El cielo de la selva con una palabra diría que es un libro "salvaje". Salvaje en la forma y salvaje en el fondo. No esperes una historia al uso, con unos personajes bien definidos, un escenario claro y un hilo conductor lineal. Aquí encontrarás una selva que mata y protege, sangre, sacrificios, mujeres, brutalidad, fuerza, lirismo y oscuridad. También una potente alegoría al cuerpo de la mujer como creadora de vida frente a un mundo que destruye y devora a placer. La maternidad queda totalmente deshumanizada para convertirse en un medio de supervivencia. El simbolismo rige absolutamente todo en este relato a ratos fascinante y a ratos macabro, dejando una buena parte a la interpretación del lector. Su estilo narrativo es casi melodioso, como un cuento o una canción que te va llevando por sus capítulos cargados de atrocidades. Valorando su fuerza, su clima de tensión y su potente mensaje, a mí no me ha terminado de convencer. Quizás sea porque soy bastante clásica en cuanto a estructura literaria, y me cuesta entrar en estilos narrativos tan libres y abiertos. Pero es de justicia reconocer que es un libro absolutamente rompedor que conseguirá por méritos propios convertirse en uno de los mejores libros de 2023. |