Un libro desagradable, pero que te atrapa desde el principio, con un protagonista del que hubiera podido sentir lástima, pero se pone a matar perros, y hasta aquí llegó nuestra amistad. Escrito en primera persona desde el punto de vista de Theodore Harris, un asesino en serie. Me ha puesto los pelos de punta por todo lo que cuenta, su lucha contra los delirios y su caída a la oscuridad de una manera bastante creíble. La versión que he encontrado añade un relato con los mismos personajes, pero contado en tercera persona, que a mi parecer no tiene la fuerza de la parte principal. No es una lectura fácil, desde luego no recomendable si se es sensible a la tortura y la sangre, pero sí se lee rápidamente, y me he quedado con ganas de más, me ha parecido muy corto. Si os gusta la lectura gore, esta es totalmente aconsejable. |