Tan difícil como raro

No conocía de nada a este autor, ni había leído ninguna otra obra suya. Así que lo primero que me gustaría señalar, es la bonita manera en que se expresa con un lenguaje llano, entendible, lleno de metáforas y algunas veces paradójico y contradictorio. Buena prosa, en defitiniva.

Cuenta la historia de juventud del protagonista (el propio Juan) y sus amigos de la universidad de Filosofía, recordando, con nostalgia y cierta tristeza, los años en los que el nihilismo y las pocas ganas de saltar al mundo los definían un poco a todos. Desde el presente, trata de contarnos la historia de su mejor amigo (Roberto) y el que probablemente fue el amor de su vida (Ana), para acabar resumiendo en pocas palabras, que él sigue adelante mientras todo y todos los que ha conocido y han compartido la parte más importante de su vida, han ido desapareciendo como personajes en una obra de teatro.

La historia no se cuenta de forma lineal, sino con demasiados saltos temporales, que en algún momento me han descolocado un poco la trama, que se me hizo bastante difícil de seguir.

Buen libro que me deja al final un poso de tristeza y añoranza de años pasados, cuando aún se tenía toda la vida por delante.