Donde callan las piedras

Mambrillas de Lara es un pueblo que ha sido abandonado por su gente, debido a los animales enloquecidos que lo rodean y al poder de las ciudades. Solamente dos ancianas aguantan allí, una de ellas la abuela de Cata, quien tendrá que volver al pueblo a tasar el castillo. Lo que no se espera es encontrar a su pueblo en ese estado de quietud y temor, pero mucho menos que su vida se entrelace con la de una mujer del pasado. Juntas tendrán que acabar una maldición que, de alguna forma, está presente en ambas líneas temporales.

Es una historia que me ha sorprendido un montón. Tengo que admitir que al principio no terminaba de encajarme la forma narrativa de la autora, ya que al principio utiliza un castellano antiguo para darle profundidad a la historia. Me parece algo original, que me ha gustado, pero se me hacía un poco cuesta arriba al leerlo. También creo que utiliza un lenguaje muy cuidado y, en mi opinión, me resulta algo molesto para el tono general de la historia. Aún así, es una historia que me ha gustado, pero sobre todo esa mezcla de las líneas temporales y dos mujeres que harán lo que sea para que sus tierras no se vayan al traste.

Cata es el personaje perfecto para esta historia, es una joven que tiene que volver al pueblo, pero no le desagrada porque su corazón pertenece a Mambrillas de Lara. Es un libro que está repleto de mujeres, de diferentes épocas y edades, que demostrarán ser fuertes. Donde callan las piedras es una historia de fantasía que cuenta la realidad de muchos pueblos castellanos: su despoblación y la huida de sus habitantes hacia urbes más grandes. Es una historia que se lee en nada y que recomiendo para pasar una buena tarde con una lectura entretenida, sobre todo ahora que viene el frío.
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