Realmente no sé cómo hacer justicia a este libro. Solo puedo decir que hay belleza en el Palacio de Hielo. La belleza de la prosa que describe un país de las maravillas cargado de hielo. La belleza de la amistad entre Siss y Unn, la belleza del dolor, el miedo, la comprensión, la muerte y la humanidad. La prosa de Vesaas es simple, concisa y simbólica. Por otro lado, el desarrollo del personaje principal, Siss en particular, pero también de otros personajes menores, demuestra una inmensa perspicacia psicológica. Realmente capta y describe de manera conmovedora cómo una niña de 11 años puede experimentar y, sin embargo, tener dificultades para articular sus respuestas emocionales a la vida. En particular, el dolor y el luto de Siss por la repentina desaparición de Unn fueron retratados de manera notable y profunda. Por encima de todo, el palacio de hielo es una metáfora convincente. Siss está congelada en el dolor por la pérdida de una relación breve e intensa, pero al igual que el efímero palacio de hielo, aprende que puede, con el tiempo, superar el entumecimiento congelado que ha detenido su vida. Llega la primavera, el palacio se desmorona y la vida sigue su curso. En definitiva, esta es una novela de exquisita belleza: sutil, delicada y, en última instancia, profunda. Es como poesía en prosa, una joya absoluta de libro que presiento que costará de ser olvidado. |