Profetas en la nube

Profetas en la nube es una novela policíaca original y adictiva que he disfrutado muchísimo. Tenía el presentimiento de que sería así, si el género negro o criminal ya de por sí suele ser interesante, lo es más si se combina con elementos de rabiosa actualidad, como ocurre en esta historia.

El sargento Héctor Gálvez es el personaje principal y desde cuyo punto de vista se cuenta el grueso del caso: los asesinatos de varios youtubers famosos, siendo el primero de ellos el del archiconocido Alteregox, cuya muerte, además, es transmitida en directo desde su canal. A la inexperiencia del mosso d'esquadra con la ciberdelincuencia y con el mundo de los influencers, se le suma tener que lidiar con algunos problemas de índole personal que no dejarán de cruzarse en la investigación y con una nueva compañera enviada desde la unidad de delitos informáticos, Laura Nagano, especializada en ciberseguridad.

La historia es narrada en multiperspectiva: además de la voz de Héctor, otras voces como la de la propia Laura y, en menor medida, voces de sospechosos, implicados y testigos se dan cita a lo largo de las líneas para brindar al lector los detalles y matices necesarios para la resolución del caso.Los acontecimientos se suceden en la ciudad de Barcelona así como en su provincia, siendo de gran relevancia para el desarrollo de los hechos las localizaciones, las cuales cobran protagonismo como ambientación a través de las rutas que los investigadores siguen, los paseos que dan en sus ratos libres, los lugares que visitan, etc.

Los personajes están bien construidos y la combinación de los mismos me parece muy acertada para los efectos que este tipo de narraciones busca: intriga, suspense, interés, curiosidad… Sin embargo, Héctor al principio se me antojó demasiado real en un sentido malo. Se nos presenta a un personaje deprimido, decadente y pesimista, algo alejado del mundo real (en cuanto a tecnología y modas se refiere) y con tendencia al fracaso. Y no me gustaba, no empatizaba con él y me daba la impresión de que la lectura se me haría cuesta arriba con un protagonista así. Sin embargo, cuanto más se le conoce, más se entienden sus circunstancias y sus decisiones, más se aprecia su evolución positiva hacia el sarcasmo, la autocrítica y la mejor versión de sí mismo, y más cariño se le coge.

La única pega que se me ocurre en cuanto a esto es que quizás es exagerado el desconocimiento de Héctor sobre el mundo virtual y las redes sociales, lo cual una y otra vez se subraya en la novela. Entiendo que es la excusa vehicular perfecta para la relación tanto profesional como sentimental entre Héctor y Laura, así como un cómodo medio para ilustrar de paso al lector sobre realidades como el Deep Internet, la Dark Web, etc.

Por su parte, el tema de la novela, la inmersión en este mundo de internet (tanto en las vidas de los influencers como en la ciberdelincuencia) me ha parecido muy interesante, tanto como las propias tramas y subtramas de la historia. Aunque el desenlace no me ha parecido deslumbrante, como suele serlo en otras novelas policíacas, sí que, a nivel general, me ha parecido una lectura muy entretenida. Otro detalle que aprecio es la estructuración de la novela: los diferentes puntos de vista se yuxtaponen, a veces revelando detalles cuya importancia solo más tarde se entenderá y, a veces, tan solo confundiendo al lector.

Por último, solo me queda agradecer el ejemplar a la editorial Héroes de papel y felicitarla por una edición tan brillante, cuyas portada, contraportada y maquetación (fuentes tipográficas, motivos, etc.) están muy trabajadas para dar un valor añadido a la lectura, sumergiéndote desde el primer vistazo en el mundo hipercontectado de las apariencias. Además, como profesional del sector, puedo asegurar que no hay erratas ni errores ortotipográficos apreciables, lo que siempre se agradece.

En definitiva, una lectura totalmente recomendable para los amantes de la novela policíaca.