Una familia decente

Con historia de una familia decente nos metemos de lleno en la vida de María. María es una niña de 12 años, que nos va contando su vida, su historia, y por ende la de su familia.
Nos trasladamos a Bari, un pueblecito de Italia, a sus barrios viejos y humildes donde vive la familia de María y otras muchas iguales. Realmente podría ser un barrio de cualquier parte del mundo, un barrio dónde mismamente se han podido criar nuestros abuelos y padres. Un barrio con sus familias trabajadoras, pobres, humildes, con sus trapicheos para sobrevivir en algunos casos, sus motes para los clanes y/o la gente: sinsangre, mediahembra, sinpelotas, cagaiglesias, diminuto, comeveneno... o como el que la propia abuela pone a nuestra protagonista: Malacarne.
Descubrimos una historia llena de supervivencia por parte de María. No se deja dominar por el ambiente del barrio, con los abusos que nos encontramos por parte de los vecinos (como a mediahembra, esa situación llama mucho la atención y más por los años en los que estamos, 1980, y como reaccionan las gentes). Maltrato por parte del padre, a la madre, a su manera a los hermanos. Unos hermanos que son muy diferentes entre si y entre ella, uno consigue escapar y otro se da a la mala vida.
María intenta escapar de todo ello. Se hace muy amiga de Michelle, un llamado "sinsangre", con quien habla de los sueños, de la esperanza de escapar algún día, y uno con el apoyo del otro van creciendo. La amistad pronto de transforma en amor, un amor que no es aceptado por el padre de María y quien de nuevo con amenazas y abusos quiere evitar a toda consta.
Una familia decente es una novela dura, pero también emotiva. Me ha resultado muy amena de leer y la autora hace fácil que te traslades a Bari y lo vivas como si estuvieras allí.
Totalmente recomendada.