Impresionante, sin duda las obras de este autor no te dejan indiferente, son libros de lectura ágil y con la capacidad de mantenerte en una tensión constante. Esta es su tercera novela, tras El hijo de Caín, y sin duda va en in crescendo. En esta ocasión el autor nos presenta dos historias muy bien construidas en las que pasado y presente confluyen. Fermín, abuelo de Alicia fallece dejándole en herencia una casa en Galicia, de donde es originario, aunque a muy temprana edad emigró a México, es en esa casa donde descubrirá un baúl con pertenencias de su abuelo: fotos, cartas,... que le irán desvelando los secretos y la vida apasionante que llevó, y dónde como siempre descubrimos que nada es lo que parece y donde queremos profundizar para descubrir todo lo que permanece escondido. La novela tiene unos giros maravillosos, está magníficamente documentada , con una ambientación muy bien descrita y un final que es lo más. Increíblemente sorprendente, de lectura totalmente recomendable
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