La vida de Lucía ha dado un giro completamente cuando su prometido la deja, tiene que volver a España y vivir con sus padres mientras piensa que va a hacer con su vida. Difícil situación, difícil decisión para ella, que un año después sigue esperando una llamada de su ex-prometido. Un buen día, en un curso de postres, Clemente se cruza en su vida para enseñarla que hay que seguir adelante, dejarse llevar y simplemente ser feliz. Me ha gustado mucho en esta ocasión la novela de Claudia Velasco. En pocas páginas nos presenta a los personajes y conocemos su situación. Además de que simpatizamos mucho con ellos. Lucía y Clemente nos demuestran que el amor todo lo puede, y que existe la posibilidad de ser feliz cuando se piensa que ya no se puede. Nos hace soñar, y por un momento olvidarnos de nuestro alrededor. Es una lectura muy amena y cómoda de leer. Una historia sencilla y sin enredos, pero preciosa. |