Amor y tequila

"Tú no eres de esas que piden socorro a cada rato, ¿me equivoco? Tú te salvas sola y eso no viene en el cuento".

Este libro me ha sorprendido gratamente, ya que me sumergí en su lectura pensando que era una comedia romántica al uso, que me llevaría de viaje de ocio al Caribe, y nada que ver. Aquí hay misterio y momentos para morirse de la risa. 

La cosa es que Sara y Juan tienen que tomar un avión de inmediato a Cancún porque la hermana de esta, Cayetana, la que hace 13 años abandonó a la familia para realizarse en su rebeldía y transgresión, ahora los espera allí para cumplir la última voluntad de su esposo, derramar sus cenizas en un cenote para alcanzar la paz plena. Pero madre mía, ¡cuántos cambios en todos estos años! La de "tormentos" que va a acarrear este viaje, nada que no se pueda arreglar con un agüita especial, una de las armas más poderosas de esta historia. Hahaha.

La que ha montado aquí María José Vela con su pluma, y es que entre sus páginas te adentra en el suspense con formalidad y sin esperarlo, se suceden situaciones súper aparatosas que te hacen partirte a carcajadas. Sus personajes están muy bien perfilados: desde Sara, una joven doctora con 2 pares de ovarios; Juan, un economista de lo más inseguro; Cayetana, una hippie con apariencia de femme fatal, de esas mujeres estiradas que parecen que llevan un palo metido por detrás y anda con tacones para hacer rutas por el campo; el adolescente Kin, que disimula desentenderse de todo bajo sus auriculares y su música a todo volúmen; Dimitri, ay, Dimitri de mi corazón, conciencia de nadie y de todos; la bebé Loreto y sus balbuceos, jajajaja. Y dónde dejamos al chófer, a las criadas, al señor Percival y su mujer Linda, al papasote Fabio, suspiros. Es que son demasiado, personajes de lo más histriónicos. ¡Menudo guirigay! Con refranes muy guasones, las alabanzas a los mayas, a San Antonio Bendito o la Virgen de Guadalupe, el espíritu de la Llorona, los aluxes, esos seres del inframundo capaces de cualquier cosa con tal de defender a sus protegidos, el papel que desempeña el tequila, esa versión guayabera de Pretty Woman, el exotismo de la Fuente del Amor... Es ideal para ahora que estamos en verano, es fresquita y ligera, y si os encontráis en un parón lector o en una época chunguilla, no lo dudeis, leerla, os la recomiendo a tope. Además se aprenden vocablos, recetas, maravillas del Trópico, todo muy real porque la autora es mexicana de nacimiento, aunque actualmente reside en España, pero quién mejor para hablarnos del lugar que alguien que es originaria. Amor, robos, delirios de grandeza, giros insospechables. de verdad, tenéis que leerla.