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He leído otros libros de esta autora que sí me han gustado, pero este no es uno de ellos. La novela tiene dos partes bien diferenciadas. La primera está centrada en Mario, que es el protagonista absoluto de la historia. Es un abogado heterosexual que de repente se siente atraído por otro hombre y su historia es la que ocupa la mayor parte del libro. Considero que la segunda parte comienza cuando Fernán, el otro protagonista, aparece en escena. El libro se me ha hecho muy pesado. Capítulo tras capítulo lo único que se cuenta es el debate interno de Mario, luchando contra sus propios deseos porque no se considera homosexual. Entiendo que la autora pretende mostrar ese conflicto personal que el hombre tiene, pero se hace aburrido leer una y otra vez cómo el protagonista se niega a aceptar lo que siente. El momento en el que Fernán aparece en la trama esta se vuelve más interesante, pero son pocos capítulos y cuando empezaba a engancharme, el libro se termina. Tuve que asegurarme de que no me había saltado capítulos, porque de repente me encontré con el epílogo donde se cuenta la vida de ambos meses después y donde no se explica nada sobre cómo Mario ha conseguido dar el paso y superar sus miedos y prejuicios. El libro tiene un segundo epílogo que no me esperaba y cuyo fin es contar más detalles de la vida de los protagonistas. En resumen, es un libro que no me ha gustado y me ha aburrido. La autora tiene mejores obras que son más entretenidas e incluso divertidas. |
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