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El libro empieza en el primer día de clases de Sofia en su nuevo instituto donde vemos que pronto se junta con Riley, Alexis y Grace, las tres chicas más populares del colegio. Pero ella también siente una conexión con Brooklyn, la chica rebelde, que se viste de forma oscura y tiene actitudes extrañas. Además, claro, de tener un flechazo por Charlie, el chico que es amigo de todos. Sofía es latina y tiene un trauma del pasado que el lector va conociendo poco a poco, en momentos específicos de la trama. Lo curioso de esos flashbacks no es el misterio, sino la extrañeza de los recuerdos, como si algo estuviera fuera del lugar, como si no concordara con la Sofía del presente. Ella vive con su madre y ayuda a cuidar a su abuela, que sufrió un derrame y pasa los días en una cama, sin hablar o moverse. Riley es la líder del grupo, es una fanática de la religión, que tiene actitudes que llegan cerca de la paranoia. Para ella, todo puede ser salvado por la fe, por las oraciones, mientras que el que no puede ser salvado, pertenece al demonio. En la misma onda, van las otras dos chicas, Alexis y Grace. Pero las tres poseen secretos, hechos oscuros del pasado que se revelan poco a poco. Brooklyn es el objeto de desafecto de Riley, Alexis y Grace. En el pasado, las cuatro eran grandes amigas, pero Brooklyn cambió su comportamiento de un dia para el otro y se alejó, empezando a convivir con personas extrañas y a tener comportamientos más extraños todavía. Con la llegada de Sofía, y como ella crea "amistad" con Brooklyn, Riley ve una oportunidad para descubrir lo que pasó con Brooklyn, y, quién sabe, conseguir traerla de vuelta a la convivencia del grupo. Pero la forma que Riley encuentra para ello, está en la convicción de que Brooklyn necesita ser exorcizada, porque ella está poseída por algún demonio. A partir de ahí, comienza una sucesión de eventos que dirigen a las cinco chicas a una tragedia anunciada. A pesar del género fantástico / terror, "Crueles" no llega a meter miedo, sólo repulsa e indigna por la forma en que los personajes, llevados por el fanatismo, caminan hacia la destrucción total. Confieso que no creí que existiera realmente alguna presencia maligna en la historia, a pesar de la sinopsis decir lo contrario, pero la forma como ella aparece y en quien ella aparece, me cogió desprevenido. En realidad, "Crueles" es un ejemplo de cómo crear una narrativa en primera persona que consigue engañar al lector. El secreto está en la cantidad de información que se pasa, y en la forma en que se pasa. El lector es llevado en una dirección, porque cree que los relatos son verdaderos, y realmente son, al menos desde el punto de vista de quien narra. Pero cuando llega al clímax, descubre que el narrador puede no saber de todo, o lo que sabe, puede no ser la realidad. Esta mezcla de lo que es real con lo que no es real, se convierte en el gran mérito del libro, y el gancho para que exista un interés en leer la continuación del libro. La historia de "Crueles" sigue la línea de otras dirigidas hacia el mismo público, como "Anna vestida de sangre", "Ciudad de las almas", entre otros. Sin embargo, al contrario de estos ejemplos, cuando llegamos al final, descubrimos que, a veces, no existen héroes, que el mal puede estar presente en muchos lugares, incluso en el que más confías. Y cuando descubrimos donde está, el libro termina, dejando aquella voluntad de coger pronto la continuación. Creo que ese fue el objetivo de la autora. Y lo consiguió. A pesar de que el libro me enganchó y, no lo pude soltar a partir de la pagina 80 mas o menos, me fallo en otros aspectos como el desarrollo de los personajes (eran planos y no estaban desenvolvidos). Por otra parte, no me identifiqué con ninguno de ellos y tampoco me caía ninguno bien. Todo ello hizo que no lo disfrutara tanto como hubiese querido. En fin, un libro que te engancha pero que podría haber estado mucho mejor. |
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