Tenía muchas ganas de leer algo de este autor con tan buenas críticas. Quizá tantas expectativas son las que me hacían esperar algo más al leer esta novela corta, más bien relato largo. O quizá haber leído los relatos de frontera del oeste americano de Dorothy M. Johnson me hayan quitado el punto de la originalidad. al leer el relato me recuerda esos cuentos de frontera, con el necesario barniz de cambio de escenario, en los que el niño blanco raptado por nativos americanos convive con ellos y acaba abrazando su cultura, convirtiéndose en un guerrero de la tribu, amando los cielos despejados y la libertad de las praderas, desdeñando la cultura occidental cuando es rescatado y retorna a la civilización del hombre blanco. El relato está bien escrito y estructurado, es entretenido, y me deja con ganas de leer más de este autor. |