A la Toscana, directo y sin escalas.

Es el primer y único libro de esta autora de la que no he podido encontrar más información. Lo encontré de casualidad buscando libros sobre la Toscana y lo empecé a leer porque me encajaba en las premisas de un reto literario.

La protagonista es Oriana, una chica de 22 años que en 1999 se va de viaje con su amiga Celia a México y allí conoce a Teo, un mexicano ligeramente mayor que ella, y se enamoran. Pero por cosas de la vida se separan, como indica la sinopsis, y se vuelven a reencontrar en Italia en 2016, donde sus vidas han cambiado un poco.

Es una historia corta, que me ha costado un poco leer porque no me creaba esa necesidad de meterme en la historia. Está bien pero es bastante predecible, sobre todo porque el título y la sinopsis ya te desvelan cosas, y no me termina de convencer la forma de escribir de la autora.

Me ha encantado las descripciones de los viajes de México y la parte italiana, desde Sienna hasta sus alrededores.

Considero que a la historia le falta un poco de magia pero está bien para una lectura sencilla.