Lo veo, lo leo, lo releo y lo oeler, oel y oev. Entiendo, por sobre [todo la conexión espiritual entre este y la masmédula y puedo ver por qué crispó tantas crestas por doquier. Al Vallejo surrealista tanto como al Girondo de siempre no se les busca significado, se les disfruta su locura, su atrevimiento. En otro tiempo y lugar, habrían aparecido en CANNIBALE. |