Sangre vikinga

Elian es ciega, su madre quiere deshacerse de su presencia argumentando que es una carga para todos, y ahora que su hermana va a casarse lo será más todavía.
Pero su padre, ni la propia Elian, quieren que eso pase. Ambos tienen una prorroga hasta la boda de Cárdigan. Tiempo que su padre, el conde de Sheriland, invierte buscando a Jens Eriksson, hijo del rey Erik de Suecia, convertido en esclavo por los daneses en batalla.
Jens se convertirá en los ojos de Elian, le dará la confianza y le enseñará a valerse por si misma y sobrevivir sin problemas.
Aunque las cosas se complicarán cuando Jens tenga que partir, las traiciones se realicen y los secretos salgan a la luz.

La novela es corta, rápida, amena y muy entretenida. La narración es ágil y las descripciones son contras y específicas.
Los personajes son encantadores a excepción de la madre de Elian que es de lo peor que alguien pueda echarse a la cara. Pero están bien construidos y son coherentes.
El único detalle que no termina de convencerme es la brusquedad con las que se terminan algunas escenas o algunos comportamientos, más por rapidez que por otra cosa.
La opinión general es buena y me quedo a la espera de leer la otra historia que compone la bilogía.