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Contrapaso es un cómic ambientado en los años 50 de España. Léon Lenoir, hijo de un comunista muerto en la Guerra Civil, y Emilio Sanz, militante falangista, investigan para la sección de sucesos de «La Capital» crímenes que chocan con la imagen idílica que el dictador quiere dar del país. Su temeraria necesidad de revelar la verdad tras un supuesto suicidio los llevará a enfrentarse a la represión de la dictadura y a desvelar una oscura trama que implica a algunos de los médicos más prestigiosos del régimen. Este es un cómic que toca varios palos a la vez, y todos ellos de forma bastante acertada. Por un lado, alerta de la situación de la prensa que atravesaba durante los primeros años del régimen, sometida a una censura no solo del propio gobierno, sino a una autoimpuesta por parte de los altos nombres de los periódicos que buscaban evitar, con buen criterio, cualquier tipo de polémica que pudiese afectar al resto de trabajadores. La figura de Emilio Sanz, veterano reportero, es el ejemplo de periodista del momento asqueado con su profesión, queriendo sacar a la luz la verdad de los sucesos, pero sabedor de que eso es imposible porque “En España esas cosas no pasan”. Otro ejemplo es el del otro protagonista, León Lenoir, que no solo tiene que aprender de los modos de actuar de su compañero, sino que tiene que reaprender su profesión, ya que en Francia se operaba de otra forma. Otro tema interesante que se trata es el de la compraventa de bebés, que se ha convertido en un tema realmente en boga en los últimos quince años en este país al destaparse auténticos escándalos en torno a las maternidades de monjas. Por último, está el tema de la medicina, experimental o no, y de la profesionalidad o negligencia de sus doctores. Sobre este tema, reconozco que no tengo mucha información, pero no me sorprendería que Teresa Valero se hubiese inspirado en casos reales para documentarse y escribir este cómic. Por supuesto, es la década que es y el país que es. Nadie quiere hablar de la Guerra Civil, y, sin embargo, nadie deja de hablar de ella. Todos quieren olvidar, pero es imposible: la herida está muy reciente. Todos han perdido familiares, amigos o cosas importantes como trabajos u hogares, y no pueden permitirse terminar de mirar hacia adelante. Se habla de la represión en las cárceles, de las condiciones de las presas en una cárcel de Málaga (donde se narrarán sucesos claves para el desenlace de la trama) e, incluso, de las condiciones de vida en los arrabales de Madrid. También veremos la vitalidad de los universitarios en sus protestas y la actuación desmedida de la policía contra ellos en muchas ocasiones. Vemos que es un cómic que plasma cómo dos periodistas intentan averiguar lo que ha sucedido en un suicidio y terminan desmantelando una trama mucho mayor que incluye diversos delitos. Por supuesto, la policía del régimen lo intenta tapar, y es entonces cuando aparece la prensa subversiva, que se encarga de sacar a la luz el caso. Este tipo de prensa también la realizan las presas de la cárcel de Málaga, lo que pone en valor publicaciones y movimientos del momento que actuaban al margen de la ley, como era el caso de la Radio Pirenaica. El estilo me gusta mucho, ya que es en acuarela y cuenta con un amplio abanico de colores. Me gusta la elección del color sepia y salmón paralas partes que ocurren en el periódico, los tonos oscuros para los asuntos relacionados con la cárcel o con el pasado, y el rojo cuando la trama necesita avanzar. Me ha parecido una forma muy curiosa de dinamizar la obra sin necesidad de plasmarlo todo en palabras, dando importancia al color. En resumen, estamos ante un cómic muy interesante. Se compone de doscientas páginas, se lee de forma muy amena y además podemos aprender de cómo trabajaban reporteros de periódicos reales como El caso. Sin duda, un tomo que recomendamos. Enlace: https://contralainercia.word.. |
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