Al libro le costó arrancar, pero desde la mitad se volvió más interesante. El final, realmente es espléndido. Acabas con unas ganas locas de buscar el final de la Trilogía. Un curiosidad: Después de un maratón de sexo, los discursos filosófico-Jedi sobre la retención del orgasmo me dejaron atónita. Me sentía atrapada en la versión porno de "La guerra de las galaxias". Solo me faltó una espada láser y una voz inquietante diciéndome: "Yo... soy tu padre". Todavía intento recuperarme de la impresión y de la risa floja. Últimamente o mis lecturas son muy raras o YO lo soy cada vez más... No sé qué opción es peor. Pero desde luego leeré el tercero, no me quedo con este sinvivir. |